Nacida en Candelaria, en el municipio de Villagorgona, Linda Caicedo, con apenas 17 años, se ha convertido en la mejor jugadora del mundo, a los cinco años se le despertó el deseo por jugar al fútbol. Cerca de su casa existían unas canchas llamadas ‘El Tronco’ en las que ella día a día visitaba, siempre con la ilusión de en algún momento hacerlo de manera profesional. Sus padres siempre fueron ese baluarte para acompañarla, levantarla y alimentar ese sueño que hoy es una realidad.