El fin de semana pasado, Estados Unidos vivió la tormenta invernal más fuerte después de décadas, esta provocó temperaturas de -48°C y ocasionó caos en casi todo el territorio.
Apagones, más de 12.000 vuelos cancelados y colapso total en medios de transporte terrestre como los trenes y autobuses.
Según explicaron meteorólogos, esto se trató de «una masa de aire muy frío proveniente del Ártico y otra tropical que llega desde el Golfo de México”.
Aunque a la fecha ya se restablecieron muchas vías, se ha alertado a la ciudadanía para tener precaución y así evitar más muertes. Pues debido a las borrascas de nieve y los fuertes vientos, más de 50 personas fallecieron; esto, en su mayoría, por accidentes de tránsito.
Sin embargo, las autoridades también encontraron a personas fallecidas en sus propias viviendas y vehículos.
A la hora las autoridades continúan alertas.